Tenía
veinte años cuando entré en Altamira.
Entré
solo. La luz rojiza, escasa,
era
como el reflejo de una hoguera
en
la roca del techo bajo y dominador.
Aquella
soledad de los raros picassos
la
tuve que guardar dentro de mí
porque
yo era demasiado joven.
De
cada edad se guarda alguna cosa
que
no se ha comprendido:
la
desnudez del muro de una iglesia románica,
el
orden que Kant, Hegel y Nietzsche establecieron.
No
me quedan edades. Además
¿para
cuándo guardar este presente?
Ahora
puedo entrar en la gran cueva
donde
caben ya todos los museos del mundo.
En
sus profundidades escucho la voz ronca
del
entrañable animal remoto
del
cual con tanta lentitud venimos.
Filosofía
y crímenes ya estaban en los ojos
de
ese Gauguin prehistórico cuando, con humildad,
pintaba
iluminado por la hoguera.
Joan
Margarit
Un
asombroso invierno
Ed.
Visor (2018)
El arte consuela del dolor de estar vivo. La contemplación
de las obras artísticas que el ser humano ha creado nos proporciona un bálsamo
que solo entiende el alma. Diversión y emoción, sobre todo eso, emoción; el
arte también es un puente hacia la espiritualidad. En los diez últimos minutos
hemos dado un breve repaso a la Historia del Arte, que es como decir a la Historia
de la humanidad a través de sus necesidades expresivas. Con los recursos con
los que contó cada época y cultura, la humanidad ha diseñado y sustentado el
suelo sobre el que nos movemos. Nos expresamos o morimos, parece que nos dicen
nuestros hermanos antepasados. Seres humanos como tú y como yo, que tuvieron la
intensa pulsión de decir quiénes eran, cuáles fueron sus inquietudes, hacia
dónde caminaban; que tuvieron el deseo de perpetuarse a lo largo de los siglos,
más allá de sí mismos. Con el maestro catalán Joan Margarit, nos sumergimos con
emoción en la experiencia de entrar por primera vez en las cuevas
prehistóricas decoradas hace 20.000 años, chicos y chicas, 20.000 años. De la
mano de Benyocé vibramos por los amplios salones del Museo del Louvre pasando
por las esfinges egipcias, la Victoria de Samotracia, la Gioconda, la Venus de Milo, hasta desembocar en el Museo
de Arte Moderno de Nueva York con Van Gogh, Gauguin, Matisse, Picasso, el arte
conceptual, la tecnología, el cine, Jackson Pollok o Andy Warhol. En este
ratito, nos hemos puesto delante de grandes tesoros de la humanidad. La palabra
importante del día y una de las más importantes del curso es, por tanto,
creatividad. Aprendamos de la creatividad de otros para desarrollar la nuestra,
dejemos volar nuestra imaginación y pongamos alas invisibles a nuestros
corazones. Expresémonos. Compartamos nuestras inquietudes, pensamientos,
emociones y experiencias a través de nuestra creatividad, a través de nuestro
arte. Música, pintura, escultura y literatura son las artes que tenemos
diariamente a nuestro alcance. Disfrutémoslas.
Dentro de nueve meses, cuando todos y cada uno de nosotros haya dado una vuelta más a su vida, estas paredes de la biblioteca de nuestro instituto que hoy recién estrenamos, tienen que estar llenas de nuestra creatividad. Os propongo hacer de esta biblioteca vuestro/nuestro Museo del Louvre particular. Expongamos en él las obras de arte que vayamos creando durante el curso todos nosotros, alumnos y alumnas, profesores y profesoras, y mostrémoselas al mundo. Feliz curso 2018/2019.
Gurb
Joan Margarit